Quisiera borrar las pinceladas atroces de mi autoría, ya no de los demás, y descubrir en otros lo bueno que no he hallado dentro mío, todavía es tiempo, lo será hasta que entienda de qué se trata.


gloria

Gloria mi vecina de más de 90 años, recuerdo de la infancia, amiga de mi madre María, esposa del obrajero de Villa Guillermina, la madre de Dante el acordeonista, de Mirta que trabajó en un circo y de Mary que era rubia y bonita. En la escuela escribía en una pizarrita con tiza cuando a los chicos no les daban cuadernos, su aula única hace mucho tiempo que no tiene techo y su entrada está custodiada por un árbol que quiso ser portero. Pero ya no había alumnos ni campana en el patio, ni maestra o directora, y Gloria viejita después de tanta soledad se marchó a juntarse con su "Pancho" en el cielo. Que Dios lo permita (José López Romero)

3 comentarios:

Patricia dijo...

Muy bueno!! Tienes una manera de escribir: sencilla y breve pero con un enorme contenido. Me alegro volver…
Cariños…

mj dijo...

Infancia...,la luz se refleja aún viva en el pensamiento. Rostros de entonces, que uno a uno transitan el cielo...
Un saludo
mj

Alimontero dijo...

Hacía tiempo que no sabía de tí....y mira tú...dejas huellas en "El arte de Vivir para Bien Morir" y me acerco a uno de tus sitios y encuentro esta bella entrada.
Un bello y discreto homenaje a Gloria y a su familia.
Seguro agradecidos te bendicen!

Un gran abrazo agradecido José!

Ali